El origen de San Valentín

Curiosidades14/02/2023En ConexiónEn Conexión
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Esta fecha, ha adoptado distintos nombres, Día de San Valentín, Día de los enamorados o Día del amor y la amistad, pero ¿cuál es el origen de esta celebración tan particular?

Esta festividad, asimilada por la iglesia católica, se remonta al siglo III en Roma, donde un sacerdote llamado Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II, quien decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes, considerando que los solteros sin familia eran mejores soldados, ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales.

Valentín, opuesto al decreto del emperador, comenzó a celebrar en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se popularizó que San Valentín sea el patrón de los enamorados).

Al enterarse, Claudio II sentenció a muerte a San Valentín, el 14 de febrero del año 270, alegando desobediencia y rebeldía. Por este motivo, se conmemora todos los años el Día de San Valentín.

Cupido:
El Cupido original era hijo de Venus, diosa romana del amor y la belleza. Él mismo era una deidad romana asociada a la lujuria y el amor, basada en el Eros griego. En Grecia y Roma, ambas figuras se representaban como jóvenes apuestos, no como niños alados.

Pero los poetas y artistas antiguos también imaginaron una tropa de “Erotes” o “Cupidinos” como ayudantes de estos dioses. Los romanos los representaron como niños alados, o putti, como se les conocía en el arte renacentista italiano. Estos, a su vez, se convirtieron en los querubines regordetes de las actuales tarjetas de San Valentín.

A pesar de imaginarse al dios con una tropa de adorables acompañantes, incluso los romanos comprendieron que Cupido tenía un lado más oscuro y peligroso, un poder que no había que despreciar.
El dios arquero Apolo lo descubrió por las malas, como relató el poeta Ovidio en su epopeya del año 8 Metamorfosis. Tras matar al dragón de Delfos con 1 000 flechas, Apolo provocó la furia feroz del hijo de Venus al burlarse de las armas aparentemente de juguete de Cupido.

Una pintura en blanco y negro muestra una figura desnuda alada hablando con un hombre vestido con túnica.

Cupido no tardó en vengarse. Atravesó el corazón de Apolo con una flecha de oro y le hizo enamorarse apasionadamente de la ninfa Dafne. Pero Dafne había jurado ser virgen, y Cupido le disparó una flecha de plomo, intensificando su aversión por todo lo amoroso.

Dafne huyó de las insinuaciones de Apolo. La deidad desesperada la persiguió sin descanso, hasta que el padre de Dafne la convirtió en un árbol de laurel para salvarla. Las flechas de Cupido, aunque diminutas, eran más poderosas que las de Apolo.

Lito.-

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